Donatella Versace aprovecha su desfile para recordarle al mundo que la marca que creó su hermano Gianni y que ella dirige fielmente, sigue teniendo un lugar destacado en el sistema de la moda. En agosto, la marca cambió de manos cuando el conglomerado Tapestry, propietario de marcas americanas como Coach y Michael Kors, adquirió el grupo de firmas con el objetivo de convertirse en el mayor propietario de marcas de lujo accesible y competir con los pesos pesados europeos.
Tras el cambio de propietarios, se ha observado una evolución en la marca que dirige Donatella desde la muerte de su hermano. En el desfile de hoy, se pudo apreciar una influencia sorprendente de la película Barbie en los diseños. Demi Moore, acompañada por su Chi Hua Hua, también asistió al desfile, que junto al de Fendi, parecen ser sus favoritos cada temporada. Además, Pier Paolo Piccioli se ha convertido en un imprescindible en los desfiles de Milán.
La estética atrevida característica de Donatella Versace se hizo presente con diseños en colores pastel vibrantes, estampados geométricos y patrones limpios recuperados del archivo de la marca. Aunque no se jugaron con fuertes contrastes ni combinaciones llamativas como solía hacerse antes. El lujo y la opulencia estuvieron presentes con detalles dorados, lentejuelas y materiales de alta calidad como seda y pedrería.
La iconografía mediterránea protagonizada por la Medusa y otros motivos griegos se presentaron de manera sutil en algunas prendas, siendo el icónico logotipo de la cabeza de Medusa el motivo más recurrente. La inclusión y el «body positive» también se hicieron presentes en la pasarela con modelos de diferentes tallas y transparencias en looks tanto masculinos como femeninos. Las botas sandalia blancas fueron una constante, al igual que los vestidos de tela y las mallas de inspiración ochentera combinadas con stilettos.
El cierre del desfile estuvo a cargo de Claudia Schiffer, una indispensable para Donatella, luciendo un vestido damero metalizado de corte lencero. Este desfile pareció ser el más minimalista en comparación con los anteriores de la firma, lo que podría indicar una tendencia hacia un estilo más «mainstream» en la moda, especialmente tras el desfile de Gucci esa tarde.
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