Peter Hawkings, el sucesor de Tom Ford en la dirección de diseño de la marca, hizo su debut con una deslumbrante y sofisticada colección en Milán. Aunque Ford no estuvo presente físicamente, su espíritu se hizo sentir en los estilismos y la ambientación del desfile. La moda masculina de Hawkings recordaba al estilo distintivo de Ford, con siluetas esbeltas y solapas llamativas.
La gran incógnita era cómo se desenvolvería en la moda femenina, pero Hawkings demostró tener un talento excepcional al diseñar prendas femeninas que evocaban los éxitos de Tom Ford en Gucci. Comenzó con elegancia en negro y luego añadió tonos sorbete, adornando los conjuntos con brazaletes dorados y bolsos de mano con cierre en T.
El desfile alcanzó su clímax con una banda sonora de Madonna y Björk, y Hawkings salió a saludar junto a su esposa. Él afirmó que la mujer Tom Ford se acerca al hombre, eliminando la desconexión que antes existía debido a la ubicación de Tom en Los Ángeles. Los ejecutivos de Estée Lauder y Gildo Zegna se mostraron satisfechos, viendo el éxito del desfile como una prueba de su apuesta por la marca.
En resumen, Peter Hawkings logró mantener vivo el legado de Tom Ford con una colección deslumbrante que abarcaba tanto moda masculina como femenina. Su talento y estilo convencieron tanto a críticos como a ejecutivos de la industria de la moda.
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